Las llamadas combis es el transporte público más popular y masivo en el Perú. Son una serie de micro-empresas que cubren rutas hasta los lugares más humildes y lejanos de las ciudades y en donde el transporte público más organizado no llega. Estas combis existen al límite del incumplimiento de las elementales reglas del tránsito y muchas veces de las propias leyes. Su relación con el pasajero está casi siempre fuera de las normas establecidas. Es un pésimo servicio con unidades viejas e incómodas, los choferes son, por lo general, agresivos y su mayor intención es llenarse de pasajeros como sea. Pero también el pasajero tiene una participación activa en esto, puede negociar el precio del pasaje, puede subir y bajarse donde quiera no respetando los paraderos señalados, o simplemente no reclamar nada cuando lo maltratan. Así se origina una relación de convivencia diaria al margen de cualquier regla, norma o ley a la cual se le llama Cultura Combi. Pero también bajo esta ley de la informalidad los marginados que no tienen voz, ni acceso a la burbuja de confort, encuentran formas creativas de subsistencia. En combikultur vemos ese ángulo positivo:
la cultura Combi da la posibilidad de hacer cosas de manera creativa que de otro modo no serían posibles y eso es lo que nos fascina.
Die sogenannten Combis sind das beliebteste öffentliche Verkehrsmittel in Peru. Es handelt sich um eine Reihe von Mikrounternehmen, die Strecken in die hintersten Winkel der Städte abdecken, welche der organisierte öffentliche Verkehr nicht erreicht. Diese Combis bewegen sich regelmässig ausserhalb von Verkehrsregeln und Gesetzen. Die Ausstattung der klapprigen Busse ist lausig. Entsprechend sind die Preise tief. Die oft aggressiven Fahrer versuchen, ihre Passagiere wenn immer möglich übers Ohr zu hauen. Die Fahrgäste wiederum haben ein aktives Mitspracherecht. Sie können den Fahrpreis aushandeln, ein- und aussteigen, wo sie wollen, ohne die vorgesehenen Haltestellen zu respektieren. Combis sorgen deshalb immer wieder für Ärger. Gleichzeitig ermöglichen sie aber auch einem grossen Teil der Bevölkerung ihr Überleben zu sichern und ohne grosses Budget am gesellschaftlichen Leben teilnehmen zu können. In Anlehnung an diese Kleinbussbetriebe hat sich der Begriff cultura combi geprägt. Er bezeichnet den kreativen, nonkonformen Umgang mit den alltäglichen Herausforderungen des Zusammen- und Überlebens. Auf diesen positiven Aspekt fokussieren wir uns bei combikultur:
Cultura Combi ermöglicht Dinge, die sonst nicht gehen würden. Das ist es, was uns daran fasziniert.
Mit Combikultur bewegen wir uns zwischen Kulturen, zwischen Denkansätzen und Kunstsparten – lassen uns leiten von dem, was verbindet. Das Logo zeigt unsere Hausberge Churfirsten im Toggenburg und El cerro San Cristóbal in Lima.